10 rutas para un paseo en bicicleta por el Duero

Esta ruta es fértil en paisajes asombrosos sobre el río Duero y las laderas de viñedos en terrazas que son el sello distintivo del municipio de São João da Pesqueira, considerado el "corazón de la región vinícola del Duero", ya que alberga la mayor área clasificada de ese Patrimonio de la Humanidad. Partiendo y llegando al centro de Ervedosa do Douro, el recorrido tiene una longitud aproximada de 25 kilómetros y un alto nivel de dificultad. Se presenta como una ruta peatonal, pero también es un interesante paseo en bicicleta por el Duero, al estar formado por dos circuitos que transcurren muy juntos. Esta ruta ofrece un paisaje magnífico y un contacto intenso con la naturaleza, propicio también para la práctica del senderismo, la observación de aves y el turismo sostenible.

También conocida como la Eco-ruta del Duero, esta agradable ruta se encuentra justo al lado del río Duero, cerca del muelle turístico, y ofrece un paisaje notable en el que el espejo de agua se funde con las terrazas de los viñedos de algunas de las más importantes fincas vitivinícolas de la zona. La pasarela es un camino peatonal panorámico, que también se puede recorrer en bicicleta, y una zona de ocio al aire libre. Se creó como parte de las obras de consolidación del talud que soporta la EN 222, considerada una de las carreteras más bellas del mundo, y tiene aproximadamente un kilómetro de longitud. Cuenta con caladeros de pesca, espacios para picnics y tres “balcones”, donde se puede apreciar debidamente el magnífico paisaje, así como las embarcaciones turísticas.

En la zona ribereña de Régua encontramos otro magnífico escenario en el que ciclistas y peatones pueden disfrutar de un recorrido de más de dos kilómetros, siempre en compañía del río Duero. Este sendero fue creado en el contexto de la operación de regeneración urbana “Frente Douro” y es un área de elección para disfrutar de la naturaleza y para la práctica de deportes. El piso es excelente, y este es también un lugar privilegiado para la observación de aves como la garza, el milano negro y el ánade real, además de anfibios como el sapo partero común, la rana patilarga y la rana común. Desde el sendero ecológico, también se puede apreciar el Puente Metálico centenario y acceder al Museo del Duero, donde se puede conocer más sobre el patrimonio cultural y natural de la Región del Duero.

Compuesto por 222 kilómetros de senderos, la Gran Ruta del Valle del Côa pasa por Fóios (Sabugal), donde encontramos la naciente del río Côa, y lo conecta con el municipio de Vila Nova de Foz Côa, donde el Côa se encuentra con el río Duero. El Parque Arqueológico del Valle del Côa y la Región Vinícola del Duero son dos de los puntos destacados del tramo final de esta Gran Ruta, que combina a la perfección Naturaleza y Patrimonio. La tercera y última etapa de esta ruta conecta el pueblo de Quinta Nova, en el municipio de Pinhel, con las inmediaciones del Museo del Côa. A lo largo de sus 62 kilómetros, este exigente sendero discurre por caminos forestales, olivares, almendros y viñedos. El Museo, ubicado en el municipio que se enorgullece de ser el único en tener dos sitios del patrimonio mundial en Portugal, fue construido en un lugar privilegiado, en la confluencia de los ríos Duero y Côa. La vista que ofrece su “balcón” sobre los dos ríos y el fértil valle con viñedos en terrazas es simplemente sublime.

Aunque no es una ruta “oficial”, el tramo de la EN 221 que une Figueira de Castelo Rodrigo con el pueblo ribereño de Barca d'Alva resulta ser un paseo en bicicleta muy agradable e interesante por el Duero. El muelle fluvial de la Barca d'Alva es el punto que marca el límite de navegabilidad del Duero, donde confluye con el río Águeda. Ponga a prueba los frenos de su bicicleta antes de salir a la carretera, ya que la parte final de esta ruta de 21 km es un descenso a través de paisajes hasta el Duero y las fértiles laderas de olivares, almendros y viñedos. A principios de primavera, la llamada “floración de los almendros” es el deleite de quienes pasan por esta zona. Un punto de parada “obligatorio” es el mirador del Alto da Sapinha, donde se puede contemplar el impresionante paisaje sobre el valle del río Duero y todas sus culturas inherentes.

Es oficialmente una ruta peatonal, pero hay algunas personas valientes que la recorren en bicicleta casi en su totalidad. Esta Gran Ruta tiene 176 kilómetros de longitud y atraviesa cuatro municipios, uniendo los acantilados del río Duero con los viñedos de la región vinícola del Duero, que brindan paisajes impresionantes. Dada su longitud, es recomendable dividir el recorrido en varias etapas. Esta Gran Ruta comienza en Paradela, Miranda do Douro, y atraviesa una zona donde el contraste entre el escarpado valle del Duero y la meseta Mirandesa es evidente. Luego ingresa al municipio de Mogadouro, donde hay un tramo alternativo que tiene lugar en las cercanías del valle del Duero. Le sigue el municipio de Freixo de Espada à Cinta, que tiene la extensión más larga del recorrido, de unos 60 kilómetros, y uno de sus aspectos más destacados es el paso por el pueblo de Mazouco, conocido por sus grabados rupestres. Finalmente, en Torre de Moncorvo, la ruta atraviesa la sede del municipio y la Región Demarcada del Duero.

Entre las sugerencias para ir en bici por el Duero, teníamos que incluir esta eco-pista de 34 kilómetros que aprovecha la reutilización de la línea del ferrocarril, en el tramo comprendido entre la orilla norte del río, en Pocinho, Vila Nova de Foz Côa, y Carviçais, en Torre de Moncorvo. La ruta requiere una preparación física adecuada y ofrece unas vistas deslumbrantes sobre el río Duero, el valle del Sabor, la región vinícola del Alto Douro y la sierra de Reboredo. Se asume como una infraestructura dedicada al esparcimiento y, al mismo tiempo, como una forma de redescubrir paisajes de gran belleza, “olvidados” desde la desactivación de la línea ferroviaria. La localidad de Foz do Sabor, conocida como el último pueblo de pescadores de Trás-os-Montes, es el punto donde el río Sabor desemboca en el Duero, presentando un vasto espejo de agua.

El paisaje visto desde el mirador de São João das Arribas es simplemente impresionante, tal es la inmensidad que es posible alcanzar al ojo, así como el escenario “perfecto” entre el valle del Duero y los acantilados rocosos. Este es el punto de llegada de esta ruta de ocho kilómetros que comienza en la oficina de turismo de Miranda do Douro, municipio fronterizo con España. El recorrido es, en su mayor parte, llano, sin embargo, presenta ligeras subidas y bajadas en la meseta Mirandesa, en plena comunión con la naturaleza. La ruta pasa por los pueblos de Vale de Águia y Aldeia Nova hasta llegar al camino de tierra que conduce a la ermita de São João das Arribas, ubicada en un punto que domina el valle del Duero y cuyo entorno constituye uno de los miradores más enigmáticos del Parque del Duero Internacional.

Otra excelente sugerencia para un recorrido en bicicleta por el Duero que requiere cierta preparación física. Este “circuito” de 12 km atraviesa colinas, viñedos, pueblos y senderos ancestrales, a menudo con una vista privilegiada sobre el río. La ruta tiene muchos altibajos, y una de las características que la hace tan interesante es la “tríada” entre colinas, viñedos y el Duero. El Largo da Independência, ubicado en el centro de la ciudad de Mesão Frio, sirve como punto de partida y final, y el paso por el mirador de São Silvestre, desde donde se puede admirar un paisaje encantador sobre el río y los viñedos, es uno de los los puntos más apreciados.

Como resultado de la restauración de la antigua vía férrea desactivada en 1990, y que unía Vila Real a Vila Pouca de Aguiar, la Vía Verde del Corgo es un sendero ecológico que permite disfrutar de un magnífico paisaje sobre las sierras de Marão y Alvão y varias líneas de agua. Esta ruta panorámica con áreas de ocio presenta una gran riqueza en cuanto a flora y fauna y también se puede realizar a pie o a caballo. En el municipio de Vila Pouca de Aguiar, el sendero tiene una longitud de 20 kilómetros, comenzando en Tourenzinho, pasando por la ciudad de Pedras Salgadas y terminando en Sabroso de Aguiar. En la zona del municipio de Vila Real, el recorrido tiene una longitud de 18 kilómetros, partiendo de la antigua estación ferroviaria y acercándose a los límites del municipio vecino.