Descubre 10 maravillas naturales del Interior de Portugal

Es en el Parque Nacional Peneda-Gerês, y en el municipio de Montalegre, donde se encuentra esta cascada, que presenta una primera cascada de aproximadamente 30 metros de altura, seguida de otras que invitan a vigorizantes chapuzones en los días más cálidos. Son las aguas cristalinas que fluyen cerca de las ruinas del Monasterio de Santa Maria das Júnias las que abastecen la cascada, que está rodeada por un bosque de robles centenario, que alimenta varias leyendas.

Son uno de los principales atractivos del municipio de Trás-os-Montes, en Mondim de Basto, y uno de los lugares más emblemáticos del Parque Natural de Alvão, por el bello entorno que crean. Tienen un desnivel de 400 metros y están consideradas una de las cascadas más grandes de Europa. Atraviesan rocas de cuarcita que tienen 480 millones de años, cuya fractura permitió que el río Olo “quedara atrapado” en ellas. De este fenómeno proviene su nombre popular ("fisga" significa apertura estrecha y larga en portugués).

Impresionante y sobrecogedor son dos de los mejores adjetivos que se pueden utilizar para describir el paisaje que se disfruta en uno de los miradores más emblemáticos del Parque Natural del Duero Internacional, en pleno interior de Portugal. La armonía casi perfecta entre la inmensidad del paisaje en el que se funde el valle del Duero con los acantilados rocosos es digna de ser apreciada durante mucho tiempo. Es destacable la tranquilidad que se puede disfrutar en este mirador, situado a 646 metros de altitud.

No se trata solamente de maravillas naturales en las que el agua es el elemento más destacable, en el Interior de Portugal. Un ejemplo es Cabeça do Velho (Cabeza del Anciano), ubicada en la Serra da Estrela, a 1.200 metros sobre el nivel del mar. Se trata de una roca de granito moldeada por la erosión y que vista desde cierto ángulo recuerda la forma de una cabeza humana con una “nariz” muy prominente. En el vecino municipio de Seia se encuentra la Cabeça da Velha (Cabeza de Anciana), otro bloque de granito con una forma peculiar, que recuerda a la cabeza de una anciana sin dientes.

El acceso puede que no sea el mejor pero el esfuerzo merece la pena al llegar a este tesoro natural del municipio de Manteigas. Situada a 1.080 metros de altitud, esta cascada es una especie de “desfiladero” abierto por la Ribeira de Leandres, afluente del río Zêzere, que desciende entre esquistos y granitos. La cascada de aguas cristalinas mide unos 10 metros y este sitio de interés geológico atrae a mucha gente por los hermosos paisajes que ofrece, especialmente en verano, pero también ofrece “postales” inolvidables en invierno.

Es otro de los exlibris del Parque Natural de la Serra da Estrela. Tiene forma de “U” y es uno de los valles glaciares más grandes de Europa con 13 kilómetros. Este notable legado de la Naturaleza demuestra claramente los efectos de la glaciación que ocurrió hace miles de años y cómo esta acción moldeó el paisaje. Posee notable belleza geológica y reservas biogenéticas de alto valor paisajístico y natural. Otro punto muy fotogénico del Valle del Glaciar es Covão d’Ametade, una antigua laguna glaciar que presenta una gran belleza en su entorno.

Es la cascada más grande de la Beira Baixa con un desnivel de 50 metros y es uno de los puntos más visitados del municipio de Oleiros. Es grandiosa y destaca por su encantadora secuencia de tres velos de agua inquietos y cristalinos. Las bien estructuradas pasarelas de Orvalho, parroquia en la que se encuentra, permiten contemplar perfectamente la Fraga da Água d’Alta desde diferentes ángulos. También cabe destacar la biodiversidad de la zona, donde abundan especies raras.

Es otra maravilla natural que nos deja sobrecogidos por el impresionante paisaje que presenta. Esta formación geológica natural se produce entre los municipios de Vila Velha de Ródão y Nisa, cuando existe un estrangulamiento geográfico de unos 45 metros de ancho en el curso del río Tajo, que combina perfectamente con la cresta cuarcítica de la Serra do Perdigão. Este lugar es un referente imperdible en esta región y alberga la mayor colonia de buitres leonados de Portugal.

La enorme roca con una abertura saliente en forma de embudo que presenta una sucesión de varias pequeñas cascadas, observables a pocos metros de distancia, da nombre a este auténtico paraíso natural que está considerado el balneario más visitado del municipio de Vila de Rei. Desde su punto más alto, el Miradouro (Mirador) ofrece impresionantes vistas sobre montañas, colinas llenas de pinares o la presa de Castelo do Bode. La playa fluvial de Penedo Furado cautiva por la calidad del agua que fluye por el paso entre las rocas.

El premio Nobel de Literatura portugués José Saramago escribió una vez que Pulo do Lobo era el punto donde el río Guadiana “hierve entre paredes muy duras, las aguas rugen y roen, un milímetro por siglo, por milenio, un poco en la eternidad”. Situada entre los municipios alentejanos de Mértola y Serpa, esta cascada en la que el Guadiana cae desde una altura de 16 metros es uno de los aspectos más destacados del Parque Natural del Valle del Guadiana. Es un geositio relevante que destaca por su grandeza y biodiversidad.