Road Trip con vistas al Duero
¡La carretera es tuya! Hay unos 260 kilómetros de tesoros por descubrir en el Duero.
Trazar un itinerario de viaje hacia una región tan rica y extensa como el Duero significa un pecado inevitable - quedarán fuera ciudades, pueblos, aldeas y otros rincones que solamente los locales o viajeros más arrojados conocen. All About Portugal, sin embargo, se atrevió a señalar un camino. Sigue el serpentear del río, desliza con el paisaje recortado a medias por la naturaleza y valientes hombres, y para siempre que el corazón te lo pida. Elige tu banda sonora y convierte tu road trip duriense en una película de cine de autor.
Porto y Gaia
Empecemos por el final, en la ciudad donde el río termina su viaje. Oporto está de moda y es fácil entender por qué. Tarda el tiempo que puedas y enamorarte de la magia de la “Invicta”. Pasa a Gaia y descubre las bodegas del Vino de Oporto y graba en la memoria la cascada colorida que se extiende hasta el río. ¡Es el preludio perfecto para la aventura siguiente!
Ilha dos Amores
¡Llegó la hora de salir a la carretera! La EN 222 es una especie de ruta 66 a la portuguesa, una carretera llena de encanto en forma de río, que une tres Patrimonios de la Humanidad: el centro histórico de Oporto, la región del Alto Duero y los Grabados Rupestres de Foz Côa. En Castelo de Paiva, descubre la Ilha dos Amores. Un secreto bien guardado y un escenario digno de las más bellas historias de amor.
La Casa de Eça
Si te gusta Eça de Queirós o quieres conocerlo mejor, salta a la otra orilla para conocer la Casa de Tormes, sede de la Fundación que celebra la vida y obra del autor. Sumérgete en las páginas de "La Ciudad y las Sierras", descubre los rincones que le sirvieron de inspiración, espía los títulos de su biblioteca privada. También allí están el icónico monóculo y el despacho donde Eça escribía de pie.
Peso da Régua
Sigue para Peso da Régua, capital de la región demarcada del Duero. Era de aquí que salían los barcos “rabelos” que transportaban los barriles hasta las bodegas de Gaia, donde el vino envejecía y ganaba carácter. La ciudad invita a un paseo de cabeza erguida. Disfruta de las casas señoriales y de los palacetes, camina por el centenario Puente Metálico, visita el Museo del Duero o aventúrate por las fincas de producción de vino.
Mirador de S. Leonardo da Galafura
Los paisajes durienses, marcados por el río que corre tranquilo en el valle profundo y las terrazas diseñadas con regla y escuadra, son aún más bellas vistas desde arriba. No es, por tanto, de extrañar la existencia de tantos miradores. A 640 metros de altitud, el de S. Leonardo da Galafura es uno de los más famosos y punto de parada obligatorio. El escritor Miguel Torga le llamó "un exceso de naturaleza".
Pinhão
Regresa a 222. El tramo de 27 kilómetros que une Régua a Pinhão es considerado uno de los más bonitos del mundo y una de las mejores carreteras para conducir. Después de decenas de curvas y contracurvas, parate en Pinhão. Disfruta de los paneles de azulejos de la Estación de Ferrocarriles novecentista y en los bares y restaurantes con vistas al Duero, y disfruta con los aromas y sabores de la región.
Aldea de São Xisto
Recordemos que este es un itinerario abierto, sujeto a encantamiento de última hora. Por el camino encontrarás fincas, villas y lugares encantados. La aldea de São Xisto es uno de ellos. Recorre sus callejuelas por las típicas casas de esquisto, visita los lagares de aceite de oliva y de vino, bájate al muelle de Ferradosa y sorpréndete otra vez con el paisaje circundante. ¡Es increíble!
Los grabados de Foz Côa
Y llegamos al Parque Arqueológico de Foz Côa, verdadero museo al aire libre de arte Paleolítica y tesoro de la Humanidad. Los grabados, con decenas de miles de años, sobrevivieron al tiempo y al olvido, al hombre y hasta a la amenaza de una presa. ¡Son cientos, divididos por núcleos, y te esperan! Para comprenderlo mejor, pasa antes por el Museo del Côa. Se recomienda marcación previa.
El Caballo de Mazouco
Sigue por Freixo de Espada à Cinta, donde todo empezó. El Caballito de Mazouco fue el primer ejemplar de arte del Paleolítico al aire libre a ser encontrado en Europa. No es fácil llegar allí, pues la carretera es estrecha y sinuosa y los últimos metros se hacen caminando. Junto al río, el grabado de apenas 62 cm de longitud casi pasa desapercibido en medio de la Naturaleza, pero, de cerca, es increíble.
Crucero Ambiental en Miranda do Douro
En pleno Parque Natural del Duero Internacional, te invitamos a dejar el coche por unas horas. En Miranda do Douro, donde el río marca la frontera entre Portugal y España, a bordo de un crucero, la belleza y la fuerza de la naturaleza te aplastaran. Cierra este viaje con una copa de vino de Oporto.
Mirador de Puio
En Miranda do Douro, visita la aldea de Picote y aprecia la vista de este magnífico mirador. Respira profundamente y abraza este paisaje desafiante.
Mirador de Penedo Durão
Termina el viaje entre arribas majestuosas, sólo con el sonido de las aves rompiendo el silencio y aprecia las montañas de esquisto del Duero.
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