Dónde ver las estrellas en Portugal

En el Parque Nacional Peneda-Gerês, clasificado por la UNESCO como Reserva Mundial de la Biosfera, encontrarás vastas áreas de naturaleza completamente vírgenes. Esto, combinado con la poca “contaminación” de luz de este territorio, con una superficie de alrededor de 70 hectáreas, lo convierte en un lugar idílico para ver las estrellas. Proponemos una subida al Pico da Nevosa, el punto más alto de Gerês y el segundo más alto de Portugal continental, que alcanza una altitud de 1.546 metros y ofrece unas vistas únicas de todas las regiones del Miño, Trás-os-Montes y la vecina Galicia. Pero ojo, seguir el sendero hasta allí es solamente para los más aventureros, ya que la ruta es difícil y presenta algunos peligros. Los menos preparados pueden probar otros senderos de la zona e incluso realizarlos de noche. Otra buena opción es nadar bajo la luz de la luna, en alguna de las innumerables lagunas y cascadas del parque, que aunque la astronomía no te diga nada, siempre es una buena historia que contar.

Si durante el día la Serra da Estrela nos ofrece paisajes deslumbrantes, por la noche esta zona, situada en un área protegida alejada de las luces urbanas y con una altitud muchas veces por encima de las nubes (que oscurecen la visibilidad), nos ofrece una experiencia únicamente nocturna. Con el creciente interés por la astronomía, por parte de turistas y locales, cada vez son más las empresas y municipios que ofrecen eventos y programas en torno a esta actividad, cautivando también a los amantes de la naturaleza, los deportes de montaña y, por supuesto, en invierno, la nieve. Es un territorio con tantos encantos, que el privilegiado manto estrellado es solamente la guinda de la montaña.

A pesar de no estar lejos de Lisboa, en los días despejados, es un lugar inolvidable para mirar al infinito… y más allá. Es conocido como el punto más occidental del continente europeo y ofrece una experiencia celestial incomparable, con la ventaja de tener un horizonte despejado hacia el océano Atlántico. Si en el pasado fue un punto fundamental de vigilancia y defensa a la entrada de Lisboa, hoy es un lugar de peregrinación para quienes buscan un lugar para ver las estrellas o disfrutar de una vista integral de la Sierra de Sintra y la costa. Disfruta y déjate arrullar por el sonido del mar, mientras disfrutas de las estrellas.

Alqueva es el destino por excelencia del astroturismo y uno de los lugares más privilegiados de Portugal para ver las estrellas. Tiene certificación especial de cielo oscuro, cubriendo alrededor de 3.000 kilómetros cuadrados, que incluye pequeñas ciudades como Alandroal, Mourão, entre otras. Fue el primer Destino Turístico para Observar las Estrellas (o “Starlight”) del mundo y cuenta con varias distinciones otorgadas por los World Travel Awards. Ubicado en Cumeada, está equipado con telescopios que permiten ver los cráteres de la Luna, galaxias y otros fenómenos del universo. Ofrece otras actividades y programas, algunos más relacionados con el cosmos que otros, pero todos te harán ver estrellas.

Todavía bajo los cielos del Alentejo, en Montemor-o-Novo, se encuentra un pueblo turístico de 5 estrellas cuya inspiración es el vino, como su nombre indica. Totalmente integrado en el paisaje natural, aquí podrás experimentar el lujo de dormir “bajo las estrellas”, con todo el confort que buscas, en una de las 10 Suites Sky View con apertura total del techo que permite una vista panorámica del cielo, para que puedas dormirte contando estrellas, disfrutando así de las cosas sencillas de la vida. Todas las habitaciones disponen también de una piscina climatizada en el patio privado.

Cualquier excusa es buena para visitar los extensos campos de lava que marcan el paisaje de este territorio y que forman el Paisaje Cultural Vitivinícola de la Isla del Pico, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Uno de ellos es que el Monte del Pico es el punto más alto de Portugal y es el tercer volcán más grande del Océano Atlántico Norte. Dicho esto, subir a la cima es un desafío tentador y un lugar perfecto para ver las estrellas, pero ¡ojo que no es una tarea fácil y hay que estar en forma! Pero todos los esfuerzos se verán recompensados ​​con unas vistas fantásticas y únicas, que en los días despejados aportan un extra: vislumbrar las islas Graciosa y Terceira.