En la orilla izquierda del río Duero, en el norte de Portugal, se encuentra una ciudad hospitalaria y paisajes con encanto, con un rico patrimonio histórico que va mucho más allá de las bodegas de Vino de Porto. En constante modernización, Vila Nova de Gaia nos ofrece cultura, ocio e historia, desde el litoral hasta el interior. El All About Portugal prepara un itinerario para los sitios de libre acceso en el condado donde se puede descubrir lo que de mejor existe, sin tener que dar cuenta de gastos.

Convento Corpus Christi

Convento Corpus Christi

Con una ubicación privilegiada, junto al río Duero, en el Cais de Gaia (muelle de Gaia), encontramos este edificio de gran riqueza histórica, inaugurado en 1354. Con una arquitectura singular, se destaca, en el interior, el Coro Alto, con un imponente techo decorado con pinturas al óleo que representan figuras religiosas. Un espacio de paso obligatorio, que combina la historia a la cultura, siendo a menudo escenario de exposiciones, coloquios y espectáculos musicales.

Afurada

Afurada

Vale la pena conocer cada rincón de esta pequeña parroquia rica en historias. Tierra de pescadores, se hace de gente genuina, de devoción a San Pedro, de conversaciones francas, del olor y de los sabores del mar. Para conocer mejor esta comunidad, podrá visitar el CIPA (Centro Interpretativo del Patrimonio de la Afadura), instalado en un antiguo almacén de pescado. Para complementar el paseo, puede probar los restaurantes típicos, algunos de ellos insertados en el Mercado de la Afurada.

Reserva Natural del Estuario del Duero

Reserva Natural del Estuario del Duero

Un poco más adelante, ya en la parroquia de Canidelo, puede encontrar la primera reserva natural local del país. Allí, además de poder observar y conocer "in loco" varias especies de aves, entre las cuales gaviotas, alcedines, cormoranes y garzas reales, puede disfrutar del silencio y del paisaje natural de este local, que engloba la Bahía de San Paio y la zona arenosa del Cabedelo. Un verdadero refugio para los amantes de la naturaleza.

Capilla del Señor de la Piedra

Capilla del Señor de la Piedra

Hay mucho que se ha convertido en lugar de culto para los visitantes y apasionados, más aún desde que la playa de Miramar, donde se ubica, fue considerada una de las más bonitas de Europa. La capilla, construida en 1686 sobre una roca, de espaldas al mar, está envuelta en leyendas y misticismos. Se dice que fue construida como forma de agradecimiento, tras un "milagro" que habrá salvado a un grupo de pescadores. Curiosidades aparte, es punto de parada obligado para quien visita la ciudad.

Aguda

Aguda

Continuando por el Bulevar marítimo, se encontrará con un pintoresco pueblo pesquero. Con un extenso arenal, donde los barcos quedan "estacionados" junto al mar, la playa de Aguda es también conocida por la riqueza de las dunas y de su vegetación abundante. Pero, más que una zona de baño, Aguda es un lugar acogedor, de gente genuina, donde las tradiciones se cruzan con nuevas tendencias. No se olvide disfrutar del anochecer en una de las hermosas terrazas a la orilla del mar.

Monasterio de Grijó

Monasterio de Grijó

Desde el litoral hacia el interior, en Grijó podrá visitar uno de los monumentos más emblemáticos del municipio, en lo que al patrimonio religioso se refiere. A destacar la talla dorada y los azulejos del siglo XVIII en la capilla mayor, así como el órgano de tubos, con origen a finales del siglo XVIII e inicio del siglo XIX. También podrá apreciar, en el exterior, la fachada con influencias flamencas y el chafariz del año 1600. Se destaca la tumba de D. Rodrigo Sanches, clasificado como Monumento Nacional.

Parque Botânico del Castelo

Parque Botânico del Castelo

En el interior del municipio, en la parroquia de Crestuma, podemos encontrar otro refugio natural, de esta vez con vistas al Duero. El Parque Botánico do Castelo, antigua granja abandonada que el municipio recuperó, se aprovecha de la vegetación autóctona - sobre todo de especies como fresnos, alcornoques, robles y madroños - y de los vestigios arqueológicos allí existentes. El camino para llegar allí puede ser largo, pero garantizamos que vale la pena.

Parque de la Lavandeira

Parque de la Lavandeira

Es uno de los ex-líbris de la ciudad, que ha ido ganando importancia en los últimos años. Y por una buena razón: en este amplio espacio verde es posible encontrar jardines temáticos, un lago, parques infantiles y un bar. Un verdadero "parque de la ciudad", elegido por las familias para convivencia, picnics o simplemente para un paseo en contacto con la naturaleza. Dependiendo del día de la visita, podrá experimentar clases libres de yoga o de tai-chi, que se suceden a menudo en este lugar.

Parque del Ponte Maria Pia

Parque del Ponte Maria Pia

Todavía es desconocido para algunos, aunque fue creado en 2013. Como resultado de una rehabilitación, incluye áreas de ocio y descanso, mesas de picnic y juegos infantiles, equipos deportivos, a saber, ocho máquinas de gimnasia. También hay un "halfpipe" para el skate y un aparcamiento de bicicletas. Si no eres fanático de los deportes, siempre puedes relajarte en este espacio verde de aproximadamente una hectárea, con un paisaje soberbio sobre el Duero.

Jardín del Morro

Jardín del Morro

Para terminar el itinerario por la ciudad, nada mejor que contemplar un bellísimo anochecer, con vista panorámica hacia Porto y hacia la Ribeira de Gaia. En el Jardín del Morro hay un lago y un templete, un parque infantil y un espacio para los mayores. Pero es el amplio césped que hace las delicias de los visitantes, ya sea para relajarse o para registrar el momento, aprovechando el deslumbrante paisaje. A veces, es escenario de espectáculos, conciertos y ferias de artesanía.