Lisboa en road trip: 10 visitas obligatorias a 80 km de distancia

Mira a Lisboa con los brazos abiertos desde la otra orilla del Tajo, como invitando a una visita. Más cercano, después de pasar el Puente 25 de Abril, el emblemático Cristo Reipuede ser visitado durante todo el año. Su grande atractivo es su mirador, que ofrece unas vistas envidiables de Lisboa y Almada.

Imponente edificio en el paisaje de la Serra de Sintra, es el máximo exponente del Romanticismo en Portugal en el siglo XIX. Con varios estilos arquitectónicos, especialmente Manuelino y Neo-Islámico, se alza en un punto destacado de la montaña, con una vista privilegiada sobre todas las poblaciones y Naturaleza alrededor. No deje de visitar también el interior.

Cerca de Setúbal está uno de los mayores tesoros naturales de la región, el Parque Natural da Arrábida. Tiene de todo: playas, montaña, flora y un paisaje que se pierde en el horizonte desde el Pico do Formosinho, a 501 metros de altitud. El Parque se extiende a lo largo de 35 km, más distancia que la que hay que recorrer para llegar allí...

Su nombre se debe a los molinos de agua (azenhas) que se situaban en los acantilados, y tiene en la cima inferior una piscina oceánica. Esta pequeña población, en el litoral del municipio de Sintra, es un destino turístico excepcional, que combina de forma idílica el encuentro del mar con la sierra y la "agitación" urbana. Los restaurantes se caracterizan por los platos de pescado y marisco.

Es uno de los monumentos más emblemáticos de Portugal. Marco obligatorio del Barroco y de la literatura, gracias a la obra “Memorial del Convento”, de José Saramago, es un lugar de visita obligatoria. Espacio multifacético, permite la visita a los aposentos de la realeza, a una biblioteca de ensueño y a muchos otros registros históricos, como un hospital.

El desplazamiento a Mafra no queda completa sin la Tapada. A unos 11 minutos del Palacio, fue construido por el rey Juan V como espacio de recreo para la corte y también para proporcionar leña y otros productos al convento. Además de variada fauna y flora, dispone actualmente de recorridos peatonales (o en BTT), así como de juegos tradicionales y actividades para niños.

Al oeste de Sesimbra - que también se merece una visita - queda uno de los cabos más populares del país. La belleza natural es impresionante: hay playas salvajes deslumbrantes, acantilados magníficos y recorridos peatonales desafiantes. Llegados al mirador, el paisaje es igualmente protagonista de esta historia, con el océano a perder de vista y "secretos" esparcidos por la costa.

Lourinhã ya era conocida por los descubrimientos relacionados con los dinosaurios, pero el Dino Parque vino a añadir algo más a este legado. Se parece a un Parque Jurásico "seguro", ya que estos dinosaurios no van a saltar a la cerca, el parque proporciona un viaje en el tiempo, a través de réplicas que recorren el Paleozoico, el Triásico, el Jurásico y el Cretácico.

La Bacalhôa es más conocida por su casta de vinos, pero Bombarral también es casa, desde 2006, de un jardín oriental - bautizado Jardim da Paz por la tranquilidad que transmite -, que alberga más de 200 obras de arte. Es fácil encontrar por el espacio verde soldados de terracota, pintados a mano, Budas dorados y rincones ideales para relajarse e incluso meditar.

Ni la "antipatía" natural del clima del Guincho aleja a las personas de este lugar de elección. Caracterizado por fuerte ondulación y vientos fuertes, es el escenario perfecto para la práctica de surf, bodyboard y windsurf. En las inmediaciones de Praia Grande, hay otras playas más pequeñas, bares, restaurantes conocidos por los mariscos y el obligatorio Forte do Guincho.