Juderías: descubriendo la herencia judía en Portugal

Llamados "marranos" por los lugareños, los judíos de Belmonte sobrevivieron a la Inquisición incluso cuando todas las demás comunidades judías y musulmanas desaparecieron. Aislados del mundo exterior, practicaban sus ritos y tradiciones en secreto. Recorra lo que queda de la Judería Vieja, en el centro histórico, visite la Sinagoga y, por supuesto, el Museo Judío. Las piezas expuestas, utilizadas durante siglos en la vida cotidiana y en el culto religioso de los judíos residentes, le guiarán en este inicio de su viaje por la Ruta de las Juderías, en Portugal.

No es una judería, pero por el simbolismo que conlleva es una visita obligada para quienes buscan trazar la Ruta de las Juderías en Portugal. Un imponente edificio del siglo XIX, la Casa do Passal, en Cabanas de Viriato, fue habitada por el cónsul Aristides de Sousa Mendes quien, durante la Segunda Guerra Mundial, otorgó visados a miles de judíos, que encontraron refugio en Portugal. Monumento Nacional desde 2011 y objeto de profundas obras de rehabilitación, la casa se convertirá en un museo de la memoria de las víctimas del Holocausto.

Entre la Rua D’Ega y las murallas del castillo se encontraba la judería de Castelo Branco, que a partir de 1500 acogió a los judíos expulsados de España. Se estima que la población creció alrededor de un 60 por ciento, cambiando el rostro y la historia de la comunidad Albicastrense. Camine por los caminos empedrados de la Judería Antigua y aproveche para visitar la Casa de la Memoria de la Presencia Judía. Además de los objetos asociados con los ritos religiosos y cotidianos, conozca algunas personalidades judías locales y aprenda los nombres de las 21 víctimas mortales de la Inquisición.

Entre el castillo y la fuente del pueblo, descubre la judería de Castelo de Vide. Las sinuosas calles y callejones revelan las marcas de una larga historia, solo preste atención a los detalles. Fíjate en las viviendas, con dos puertas: una para la tienda, en la planta baja, y otra para las escaleras de acceso a las plantas superiores, que servían de vivienda. La toponimia también es reveladora: Rua Nova (donde vivían los nuevos cristianos, los judíos convertidos al cristianismo), Rua da Judiaria (Calle de la Judería) o Rua do Arçário (Calle del Tesorero de la Comunidad).

La Inquisición fue implacable en Évora y, quizás por eso, queda poco de lo que se convirtió en una de las juderías más grandes del país. De las dos Sinagogas, el hospital, la escuela, la posada de baños rituales o la Ouvidoria (corte judía) que existieron durante el siglo XV, no hay rastro. Aun así, en los laberínticos callejones que rodean la Plaza del Giraldo, todavía se pueden ver ejemplos de la herencia judía, como los portales ojivales góticos que adornaban las casas de los judíos locales.

¿Sabía que la judería de Faro fue la cuna de la prensa portuguesa? Fue allí donde, en 1487 y de la mano del judío Samuel Gacon, se publicó el primer libro impreso en Portugal, el Pentateuco, en hebreo. Expulsada en 1496, la comunidad renacerá en el siglo XIX, con la llegada de judíos de Gibraltar y Marruecos. Del segundo aliento del judaísmo en el Algarve, quedó un cementerio que, tras ser restaurado en los años 90, empezó a albergar, en 2007, el Museo Sinagoga Isaac Bitton, donde se puede ver el Pentateuco.

De un paseo por la antigua Judería de Guarda y sentirá que está retrocediendo en el tiempo. Descubra las casas bajas de dos puertas, busque las cruces en las puertas y escuche las historias que muchos están orgullosos de contar. ¿Sabía que, durante la Segunda Guerra Mundial, alrededor de 30 mil judíos pasaron por la frontera de Vilar Formoso? Aproveche la proximidad y visite el Museo “Vilar Formoso Fronteira da Paz”, un monumento a los refugiados de las persecuciones nazis y al cónsul Aristides de Sousa Mendes. Conozca la historia de este “superhéroe” portugués.

Más que herencia, la historia y las tradiciones judías son parte de la identidad de Lisboa, tan profundas son las marcas talladas a lo largo de los siglos. Comience con un paseo por el típico barrio de Alfama, donde en la Edad Media se encontraba una de las juderías de la ciudad. En la Plaza de São Domingos, observe el monumento que recuerda la masacre de miles de judíos en la Pascua de 1506. Descubra los nombres de los astrónomos y empresarios judíos que participaron en la Era de las Exploraciones y los lugares que sirvieron como refugio seguro para los refugiados de la Segunda Guerra Mundial. Busque la sinagoga para aprender más sobre la comunidad israelí en la capital.

En 1938, mientras en Alemania se quemaron las Sinagogas, la Comunidad Israelí de Oporto inauguró la Sinagoga más grande de la Península Ibérica. Y, en 2021, se inauguró el Museo del Holocausto de Oporto, que tiene como objetivo retratar la vida judía antes, durante y después de la gran barbarie. El espacio incluye una sala para los nombres de las víctimas del régimen nazi, un memorial de la llama, fotografías, películas y reproducciones de un dormitorio, y la entrada al campo de exterminio de Auschwitz. Recuerde y reflexione, para que la historia no se repita.

La sinagoga de Tomar, el único templo judío proto-renacentista en Portugal, tuvo una existencia problemática. Erigido a mediados del siglo XV, se cerró rápidamente, habiendo sido utilizado para diversos fines a lo largo de los siglos, incluso como prisión. Monumento Nacional desde los años 20 del siglo pasado, actualmente alberga el Museo Luso-Hebreo Abraão Zacuto, que reúne libros y objetos relacionados con las tradiciones judías, así como un vasto conjunto de lápidas.