Convento de Cristo

Perteneció inicialmente a la Orden del Temple y pasó, durante el reinado de D. Dinis, a la Orden de Cristo. Es uno de los principales monumentos de la arquitectura nacional, donde están profusamente documentadas todas las etapas estéticas, desde el siglo XII al XVIII. Destaca el Claustro de D João III, Claustro principal del Convento de Cristo, considerado la obra más monumental y bella del Renacimiento, realizada por el arquitecto Diogo de Torralva. También destacan el Claustro de las Lavagens y el Claustro de D. Henrique, de la primera mitad del siglo XV, el Claustro de Santa Bárbara, el Claustro de Micha (1528), el Claustro de las Hospedarias que consta de dos plantas (1541) y finalmente el Claustro de los Corvos. Compuesto por siete claustros y otros edificios, contiene notables obras de arquitectura en su interior. Uno de los símbolos de mayor interés cultural es la ventana de la Sala Capitular, uno de los monumentos más destacados del arte manuelino en Portugal. El Convento fue considerado patrimonio de la humanidad por la UNESCO en 1984.
Esta obra fue potenciada por las intervenciones del Infante D. Henrique, D. Manuel I y D. João III. En el siglo XII era una charola octogonal única con influencias del Cercano Oriente, adaptada al presbiterio del nuevo edificio manuelino en el siglo XIII. Cabe señalar que, hasta el reinado de D. João III, intervinieron en el Convento maestres como Diogo de Arruda, João de Castilho, Diogo Torralva y Filipe Terzi.