Grandes residencias construidas en el edificio de principios del siglo XIX, acaba de conseguir completar casi treinta años más tarde. Cuenta con un plan en forma de L, con dos grandes fachadas y dos torrecillas rematadas por balaustrada y pináculos. En su interior son las habitaciones con decoración neoclásica. En el exterior, una terraza con jardín está flanqueada por altos muros. El Palacio, a pesar de estar en propiedad privada destinada a la producción de uno de los más renombrados vinos de la región, Alvarinho es visitable.
El núcleo primitivo es de 1582, habiendo sido transformado en un palacio en el primer cuarto del siglo XVIII. Actualmente está ocupada por el archivo histórico en el extranjero.
Construcción del último tercio del siglo XVIII que dispone de un edificio de planta rectangular y se fija una capilla privada del arco. Para mejorar el trabajo de mampostería labrada de las ventanas y puertas, así como el conjunto formado por escaleras y balcones.
Después de haber servido a la residencia de familias ilustres portugueses sucesivas, el Palacio del juez de línea, construida en 1575, vio que su nombre sea cambiado por el pueblo, en particular, atraídos por las dos enormes sirenas que enmarcan la entrada de piedra.
Renacimiento y el barroco edificio que, a pesar de numerosas intervenciones a las que fue sometida, aún mantiene una polilla del siglo XVI. La torreta se distingue del resto mediante la construcción de su enorme vertical y sus esquinas apilastrados con capiteles jónicos, poseyendo un penthouse en techo con buhardillas.