Este fortín fue construida por Teodosio I, al mismo tiempo al hacer los acabados de la artillería de la fortaleza del castillo. En el siglo XVIII fue reforzado por d. João V, un siglo después de haber sido demolida después de la guerra de la restauración.

Esta capilla fue construida en el siglo XVI, pero resultó seriamente dañada por la guerra de restauración, además de haber sido alterado grandemente en el período barroco. El interior está totalmente forrado con murales barrocas, restauradas en el siglo XX. Actualmente esta abierto solo para la fiesta anual del Santo patrón, el domingo de Pentecostés.