Restaurante abrió sus puertas en 1974 para servir desde entonces buenos platos tradicionales portugueses. Algunas de sus especialidades son el guiso de anguilas, el cordero asado en la saliva y el tubo a la convivencia.
Restaurante familiar y acogedor, con cuatro habitaciones de la comida, uno más exquisito. Propone deliciosos manjares fuera de la mano de Doña Rosa María, quien utiliza especias tradicionales e ingredientes de calidad.