Cuenta la leyenda que la construcción del Convento se debió al cumplimiento de una promesa. Dos marineros en alta mar, ante el peligro, juraron construir una iglesia en la primera tierra de Portugal que vieron desde el mar. Convento lleno de tradiciones, con un árbol centenario, la magnolia, catalogado como bien de interés público.

Se cree que este castillo fue construido en el siglo X u XI por los musulmanes, habiendo servido como refugio militar para apoyar el Castillo de Silves. Hoy solamente quedan unos muros y un aljibe, escondidos en medio de la vegetación y entre alcornoques.

Edificio de finales del siglo XVIII y que, según la tradición, se construyó en el lugar donde este santo milagrero apareció a un pastor.

Capilla construida en 1940. Cabe destacar la belleza de sus paneles de azulejos, del siglo XVIII, que describen la vida de Santa Teresa. La fachada principal presenta un portal de mampostería precedido de un porche apoyado sobre pilares y dos columnas, con un vano óculo en la parte superior de la fachada.

Iglesia de planta longitudinal, con bello pórtico manuelino y retablo dorado en la capilla mayor. En la Iglesia se encuentra un tesoro sagrado compuesto por objetos de culto que pertenecieron al antiguo convento de Nossa Senhora do Desterro (siglo XVII) y valiosas vestimentas.

Codiciada ubicación debido al agua potable de Monchique.

Fuente de Saboi camino, conocido por sus aguas frescas.

Fuente ornamental en el Largo dos Choros, de grandes dimensiones. Construido en hierro, su equipo se coloca en un tanque rectangular grande con fuentes de agua.